De la Dualidad a la Unidad: Reflexiones desde el Kumanday
- Sebastián Cerón
- 29 oct 2024
- 2 Min. de lectura

Estando de visita por estos días en las estribaciones del volcán Kumanday (Volcán Nevado del Ruíz), reflexionaba sobre cómo ha sido mi comprensión del Yoga desde que me encontró hace unos doce años y cómo se ha ido transformando y amplificando hasta el día de hoy; cómo y cuál ha sido el quid que me ha permitido reconocer y revelar el tesoro que es el Yoga y cómo he ido aprendiendo a “ver”, pasito a pasito, apropiadamente.
El quid ha sido el arte de la contemplación (dhyana) que nos conduce naturalmente hacia el reconocimiento y comprensión de las leyes de la Vida en nuestro interior.
Hasta no asentarnos plenamente en el estado de Unidad (Yoga), la dualidad seguirá siendo el canal elegido para transitar la existencia. Tal como el tren puede transitar por un riel u otro, dependiendo de las indicaciones que se den desde el centro de control, que activa el mecanismo para que la máquina (mente-cuerpo) experimente y se mueva por uno u otro camino, el de la dualidad o el de la unidad (Yoga).
Yoga es la Vida y la Vida es Yoga:
Yoga es la meta y a su vez el camino.

Naturalmente el camino posee sus propias cualidades, sus propias normas. En el Yoga el término “Dharma” se emplea para designar la Naturaleza de la vida y las leyes que la gobiernan. Para la Vida que es eterna, imparable y expansiva, términos o creencias como acierto o desacierto, bueno o malo, etc., significan esencialmente nada.
Emprender el estudio interior que otorga auténtico estado de calma (samatha) y que conduce a la comprensión plena y al hacer coherente donde reina el Yoga (Unidad) es, valga la reiteración, la acción sublime que puede emprender cualquier persona que sienta un verdadero interés para dar respuesta a una pregunta esencial ¿Quién Soy?
Tal como el/la soñadora siente un profundo alivio al despertarse, porque se ha percatado que estaba dormid@ y soñando, El Ser plenamente despierto siente una inconmensurable paz (shanti), al advertir que esta aparente realidad es solo un sueño también, el sueño de Dios.
De la Dualidad a la Unidad

La liberación yóguica (samadhi) consiste en el Conocimiento del Yo en su pureza inmutable. Este Conocimiento coincide con la trascendencia de los mecanismos limitados del cuerpo-mente humano y de la existencia condicionada en general. El siguiente pasaje upanishádico lo ilustra con vívida fuerza:
Como una pizca de sal que, tras echarse en agua, se disuelve en ella y no puede ser percibida por nadie, ya que el agua sabe salada en todas partes; así, amigo mío, este gran Ser, infinito y trascendente, es solo una Masa de Conciencia (vijñāna-ghana).
Te invito a preguntarte: ¿cuán determinad@ estás a conocerte en tu pureza inmutable, que te lleva a trascender los mecanismo del cuerpo-mente humano para Ser y Vivirte como una Masa de Conciencia?
Gracias por tu presencia y confianza. Hasta una próxima ocasión.
Namaste,
Sebas
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